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Los remakes, o mejor conocidos como “refritos” en el cine, son versiones nuevas de películas filmadas con anterioridad. Ejemplos hay por montones, unos excelentes y otros para olvidar. Por mencionar a algunos de los más conocidos tenemos a The War of the Worlds (La Guerra de los Mundos), novela de H. G. Wells adaptada al cine por primera vez en 1953 y llevada nuevamente a la pantalla grande en 2005 de la mano de Steven Spielberg; Преступление и наказание (Crimen y Castigo), obra literaria del escritor ruso Fiódor Dostoievski, cuya adaptación al celuloide se ha realizado en unas ocho ocasiones, siendo las más conocidas la del año 1935 y la versión hollywoodense de 1998; asimismo, Woody Allen se basó en esta novela para filmar la excelente Match Point en 2005.
Otra película realizada en varias ocasiones es King Kong (1933, 1976 y 2005), aunque tiene alrededor de unas cuatro secuelas, siendo King Kong vs. Godzilla (1962) de las más significativas debido a que fue la primera ocasión en la que el mono gigante apareció a todo color. También se hizo lo propio con Planet of the Apes (El Planeta de los Simios), novela homónima de Pierre Boulle cuya adaptación se llevó a cabo en 1968 y en 2001, ésta última dirigida por Tim Burton, y al igual que sucedió con King Kong, El Planeta de los Simios tiene en su haber algunas secuelas y presecuelas, es decir, versiones con historias posteriores a la primera película y otras que se basan cronológicamente en el pasado de la historia original (Beneath the Planet of the Apes, 1970; Escape from the Planet of the Apes, 1971; Conquest of the Planet of the Apes, 1972 y Battle for the Planet of the Apes, 1973).
Un filme bastante bien realizado, con actuaciones excepcionales principalmente la de Brad Pitt, quien encarna al demente Jeffrey Goines, es Twelve Monkeys (Doce Monos, 1995). Cinta de ciencia ficción que nos plantea las siguientes incógnitas: ¿puede existir un punto en el tiempo en el que te cruces contigo mismo?, o peor aún, ¿con tu propia muerte? Para muchos, Twelve Monkeys es una buena película de Terry Gilliam, director de The Adventures of Baron Munchausen (1988), Fear and Loathing in Las Vegas (1998) y The Brothers Grimm (2005), entre otras. Pero lo que se sabe poco es que Doce Monos, es un remake del cortometraje francés La Jetée (1962), dirigido por Cris Marker. De hecho, el propio Marker participó como guionista en la obra de Gilliam. A su vez, el camaleónico David Bowie se basó en La Jetée para filmar el videoclip de la canción Jump, They Say (1993) dirigido por Mark Romanek.“Refritos” hubo y habrá en todos los géneros del cine, sin embargo, resulta de especial importancia conocer la referencia en la que se basa un remake para valorar si el primero es mejor que el último, o viceversa. Aunque podemos llegar a pensar que las re-adaptaciones se realizan principalmente debido a la falta de imaginación de los hacedores de cine, y tendríamos razón, sólo que en algunas ocasiones el “refrito” resulta en una mejora a la propuesta original o en otro punto de vista partiendo de una premisa ya elaborada, como sucedió a bien con Doce Monos o El Planeta de los Simios de Burton. Pero no debemos perder de vista a la contraparte, a las pésimas nuevas versiones que ni un repertorio plagado de estrellas ni un estratosférico presupuesto logran mejorar a la primera versión, como sucedió con Vanilla Sky (2001), remake mal hecho de la película española Abre los Ojos (1997), dirigida por Alejandro Amenábar.
Otra película realizada en varias ocasiones es King Kong (1933, 1976 y 2005), aunque tiene alrededor de unas cuatro secuelas, siendo King Kong vs. Godzilla (1962) de las más significativas debido a que fue la primera ocasión en la que el mono gigante apareció a todo color. También se hizo lo propio con Planet of the Apes (El Planeta de los Simios), novela homónima de Pierre Boulle cuya adaptación se llevó a cabo en 1968 y en 2001, ésta última dirigida por Tim Burton, y al igual que sucedió con King Kong, El Planeta de los Simios tiene en su haber algunas secuelas y presecuelas, es decir, versiones con historias posteriores a la primera película y otras que se basan cronológicamente en el pasado de la historia original (Beneath the Planet of the Apes, 1970; Escape from the Planet of the Apes, 1971; Conquest of the Planet of the Apes, 1972 y Battle for the Planet of the Apes, 1973).
Un filme bastante bien realizado, con actuaciones excepcionales principalmente la de Brad Pitt, quien encarna al demente Jeffrey Goines, es Twelve Monkeys (Doce Monos, 1995). Cinta de ciencia ficción que nos plantea las siguientes incógnitas: ¿puede existir un punto en el tiempo en el que te cruces contigo mismo?, o peor aún, ¿con tu propia muerte? Para muchos, Twelve Monkeys es una buena película de Terry Gilliam, director de The Adventures of Baron Munchausen (1988), Fear and Loathing in Las Vegas (1998) y The Brothers Grimm (2005), entre otras. Pero lo que se sabe poco es que Doce Monos, es un remake del cortometraje francés La Jetée (1962), dirigido por Cris Marker. De hecho, el propio Marker participó como guionista en la obra de Gilliam. A su vez, el camaleónico David Bowie se basó en La Jetée para filmar el videoclip de la canción Jump, They Say (1993) dirigido por Mark Romanek.“Refritos” hubo y habrá en todos los géneros del cine, sin embargo, resulta de especial importancia conocer la referencia en la que se basa un remake para valorar si el primero es mejor que el último, o viceversa. Aunque podemos llegar a pensar que las re-adaptaciones se realizan principalmente debido a la falta de imaginación de los hacedores de cine, y tendríamos razón, sólo que en algunas ocasiones el “refrito” resulta en una mejora a la propuesta original o en otro punto de vista partiendo de una premisa ya elaborada, como sucedió a bien con Doce Monos o El Planeta de los Simios de Burton. Pero no debemos perder de vista a la contraparte, a las pésimas nuevas versiones que ni un repertorio plagado de estrellas ni un estratosférico presupuesto logran mejorar a la primera versión, como sucedió con Vanilla Sky (2001), remake mal hecho de la película española Abre los Ojos (1997), dirigida por Alejandro Amenábar.