jueves, 16 de octubre de 2008

Un ensayo cinematográfico sobre la ceguera





Las novelas adaptadas al cine generalmente son decepcionantes. Los motivos pueden ser muchos: el intento fallido de contextualización de determinada historia; el nulo consentimiento del autor, que a veces resulta hasta en molestia; las dificultades para englobar la mayoría de los detalles del texto al lenguaje cinematográfico; la interpretación pueril del director del filme, y así puedo enumerar muchos más. Por lo anterior, resulta sorprendente cuando una adaptación llega a ser “fiel” a la novela. Y aún más loable es cuando se trata de una obra excepcional de un autor tan hermético en este sentido. Me refiero a la adaptación del libro del ganador del premio Nobel de Literatura en 1998, José Saramago: Ensayo sobre la ceguera, llevada al cine por el director brasileño Fernando Meirelles (Cidade de Deus -Ciudad de Dios- 2002 y The Constant Gardener –El Jardinero Fiel- 2005). A pesar de que la obra se escribió originalmente en portugués, y que el rodaje se realizó en Sao Pablo, Brasil; Toronto, Canadá; y Montevideo, Uruguay; Meirelles decidió filmarla en inglés, obviamente con fines comerciales, y la bautizó como Blindness (Ceguera, 2008).
Antes de su estreno oficial, que se llevó a cabo en el Festival de Cannes el pasado 14 de mayo de 2008, Saramago miró la película junto con Meirelles en una proyección privada en Lisboa Portugal. Al director nominado al Oscar en 2004, le preocupaba mucho más la aceptación del escritor portugués que los comentarios de la crítica. Al terminar la función, José Saramago afirmó “está aprobada (…). La adaptación está muy bien hecha”. Palabras que le quitaron un peso de encima al director. A pesar de la satisfacción del propio autor por la adaptación de su obra, el filme no convenció a la crítica en Cannes, la cual, calificó al guión como “poco sutil y previsible”, y a su banda sonora como “inadecuada”. A pesar de lo anterior, la misma crítica aplaudió el trabajo técnico, el aspecto visual y las actuaciones realizadas por sus protagonistas, Julianne Moore (The Forgotten –Misteriosa Obsesión- 2004) Mark Ruffalo (Zodiac, 2007) y Gael García Bernal (El Pasado, 2006).
Entrando en materia, la película trata de una epidemia de ceguera que se esparce a todo el mundo, provocando el caos y sacando a relucir lo peor y lo mejor de los seres humanos en una situación límite, o en palabras del propio Meirelles, “es una alegoría sobre la fragilidad de la civilización”. Y es tan frágil nuestra civilización que tanto en Blindness como en The Happening (2008) podemos ver que hay cosas que simplemente suceden, que no tienen explicación pero que marcan a todo el mundo de alguna u otra manera. Afortunadamente, tuve la oportunidad de leer la obra antes de ver la película y, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que es una excelente adaptación, que los lugares y personajes que describe magistralmente Saramago (el hospital abandonado, el caos en las calles, la muchacha de las gafas oscuras o el perro de las lágrimas) son perfectamente materializados. Por otro lado, comparto la opinión de la crítica de Cannes con respecto a la banda sonora realizada por Marco Antonio Guimaraes, ya que no tiene un peso determinante en la historia. Al terminar de ver la película, uno no recuerda la música sino las situaciones, los lugares y los personajes, que los hay tanto entrañables (Danny Glover, viejo con una venda negra cubriéndole un ojo) como repudiados (Gael García Bernal, Jefe del pabellón número tres).
Julianne Moore, quien interpreta a la esposa del doctor, lleva todo el peso de la historia, ya que es la única persona que ve en un mundo de ciegos. Simplemente está perfecta en su personaje. Mark Ruffalo, el doctor, también está muy acertado en su trabajo, al igual que Alice Braga (la muchacha de las gafas oscuras). Hago una mención especial a Gael García Bernal, quien sobresale de manera estupenda en su personaje de villano, que a pesar de su relativamente corta participación en la historia, logra desarrollar su personaje de una manera excepcional. Las locaciones son perfectas, se logra ambientar la historia en una ciudad que parece tanto de Estados Unidos, de Oriente o de Europa, llegando con esto, al igual que en la novela, a imprimir ese sentido universal a la historia, no situarla pues, en algún punto del mundo, sino en cualquier lugar. Este detalle tan cuidado no es fortuito, más bien fue una condición de Saramago para poder ceder los derechos de su obra, él le pidió a Meirelles que no ubicara su historia en una ciudad específica, y a bien, se logró el objetivo.
Además de generar críticas dispares, el filme también acarreó protestas. La Federación Nacional de Ciegos, la mayor organización de invidentes de Estados Unidos, realizó manifestaciones públicas de repudio en contra de Blindness en el exterior de salas cinematográficas en donde se estrenó la película en el país vecino. El motivo fue porque, según ellos, el largometraje retrata a los ciegos como depravados. Claro que este intento de boicot, sólo aviva el morbo de la gente y la impulsa a ir corriendo a ver la película.

Al terminar de ver el filme me pregunté si el autor del libro tuvo algo que ver con la adaptación, con el guión o si simplemente estuvo como espectador-supervisor durante el rodaje, ya que, la mayoría de los escenarios literarios convertidos en imagen, dan la impresión de que fueron concebidos por la misma mente, sin embargo, Saramago se mantuvo al margen en toda la filmación. Esto le da un mayor mérito a Meirelles quien realizó un trabajo maravilloso. A pesar de las críticas negativas, el producto cinematográfico es muy bueno, vale mucho la pena ver en la pantalla grande Blindness, la cual, gracias a que la distribuidora estadounidense Focus Features compró los derechos del filme para su distribución a nivel mundial, ya la tenemos en las salas de cine de nuestro país.

1 comentario:

manus dijo...

Me parece un muy buen texto de análisis: concreto y pertinente. Manejas de muy buena manera el contexto general de las obras: libro y película, así como de los actores involucrados.

Resaltas lo más importante de la película: el buen actuar de los personajes y la especie de 'no lugar' en donde se lleva a cabo la historia. En este sentido, el hospital abandonado es impresionantemente crudo, también lo que sucede ahí.

Y sí, Gael García con poco tiempo logro desarrollar muy bien su personaje.

Eres buen interlocutor en la cuestión cinematográfica.

Seguimos.

Manuel.