jueves, 10 de julio de 2008

Gael García nos cuenta una historia con Déficit




Gael García Bernal ha incursionado como actor en muchas películas verdaderamente memorables. Desde Amores perros (2000), pasando por Y tu mamá también (2001), Diarios de motocicleta (2004), La ciencia del sueño (2006), entre otras. Varios largometrajes han destacado en el mundo del cine por distintos factores; por un lado, ha sobresalido la importancia histórica-contextual de la realización de determinada producción (por ejemplo, Fidel, 2002), y por otro, ha brillado más la controversia que el hecho de ser una buena película (El Crimen del Padre Amaro, 2002). Sin embargo a lo anterior, la buena calidad histriónica de Gael García se ha hecho valer por sí misma, llevándolo a trabajar con uno de los directores más prolíficos y controversiales del cine español contemporáneo: Pedro Almodóvar Caballero, a quien le debe una de sus mejores actuaciones interpretando a Ignacio, a la travesti Zahara y a Juan en la excelente La mala educación (2004).
La carrera actoral de García Bernal ha ido en ascenso, y al parecer, así seguirá debido a que es muy selectivo con las historias en las que participa y con los directores con los que decide trabajar. Por todo lo anterior, aunado a su carrera de productor cinematográfico a través de Canana Films, compañía que fundó con su amigo Diego Luna, la ópera prima del joven actor causó gran expectativa en México y el mundo. Déficit (2008) por fin llegó a las salas cinematográficas de todo México, presentándose en escenarios como el 5º Festival Internacional de Cine de Morelia, y Cannes en 2007. Lamentablemente, su primer trabajo como director dejó mucho que desear.
En palabras del propio Gael, Déficit trata del “ninguneo de los ricos a los pobres, cómo la servidumbre de la casa se esconde y se ningunea sí misma, cómo los personajes están en búsqueda de una sola acción buena que los haga sentir que su existencia tiene valor y cómo es que en el camino la riegan”. A pesar de que la premisa es interesante, no logró plasmarla de una manera efectiva en la pantalla grande, el lenguaje cinematográfico es tan pobre que no logra llegar a un clímax importante en todo el filme. Comienza con buen ritmo pero a la mitad de la historia, decae totalmente y termina llevando a rastras al espectador hasta el final de la historia.
Lo curioso de la ópera prima de García Bernal, es la nada creíble actuación del propio director, quien interpreta a Cristóbal, el personaje principal. La personificación resulta en partes sobreactuada, debido a que por momentos olvida el característico modo de hablar “fresa”, supuestamente inherente a Cristóbal. Esto nos hace preguntarnos si como director es buen actor, o si sus mejores actuaciones se deben al manejo de los directores que lo empujan a realizar un buen trabajo, o si de plano no es capaz de llevar a cabo una actuación decente sin una batuta externa.
A pesar de que recibió la asesoría de algunos directores experimentados (Michel Gondry, La ciencia del sueño), no se logró el objetivo: contar una historia que transmitiera algo. Debido a que toda la trama se desarrolla dentro de un solo espacio, una casa de Tepoztlán, y buena parte de ella es por la noche, la iluminación no ayuda; hay secuencias en las que se pierde totalmente la profundidad de campo, es decir, no se distingue lo que hay detrás de los personajes. Los demás actores tampoco se destacan, quedan simplemente como actores secundarios sin un peso importante dentro de la historia, con excepción de Tenoch Huerta, quien encarna al jardinero de nombre Adán, que a pesar de no tener una actuación para recordar, es de lo menos peor en la película. Como reza el dicho, “echando a perder se aprende”, esperemos que en la próxima osadía de Gael García Bernal en la dirección de un largometraje, corrija muchos de los errores en los que visiblemente cayó con Déficit.

1 comentario:

Flor dijo...

Hola!, yo estoy completamente de acuerdo en que la película es deficiente en todos los sentidos, siento que eres bastante considerado en tu crítica pues yo la vi y sentí que me daba un coma diabético, sin tener diabetes.

Me parecio sosa, con un tema superficial, no aporta nada nuevo ni interesante. Gael se esfuerza demasiado por que le creamos su personaje y en el intento resulta sobreactuado.

Considero que hay muchos temas sociales de más actualidad que "los problemas de los niños ricos del DF", me gustaría que se hiciera más cine con personajes que no sean del DF o sus alrededores, es como un centralismo que a mi ya me hartó.

Gael es un buen actor, pero si me parece muy interesante lo que apuntas sobre si es EL el buen actor o es el director el que lo guia y lo hace actuar bien, por asi decirlo.

Yo creo que esta película pasara a la historia como un ensayo y la olvidaremos pronto.